Obra en diversos materiales.
Trabajando en bronce.
Talla de madera.
Desnudo tal como eres sólo te cubres con máscara de ave, siempre has querido volar.
Entre todos mujeres y hombres hemos construido tus alas con esfuerzo, con penas y alegrías.
Cada día de la historia así ha sido.
Ahora sabes que el cuerpo es muy pesado.
Para ese vuelo hay que olvidarse de sí mismo.
Entregarse a la vida. Darse a los demás.
Los pájaros, esos pequeñitos seres del cielo, han venido por ti.
¡Buen viaje!
Amorosa madre de ti venimos.
En tus entrañas se gesta nuestra existencia.
Nuestras raíces están unidas a ti.
Somos tus sueños, tus esperanzas.
Nos sueñas con alas capaces de elevarnos de regreso a las estrellas,
para unirnos al coro universal que dice:
Todos somos uno.
México nació mestizo, bizarra mezcla,
la semilla germina desde la oscuridad
hacia la luz.
Mujeres con el valor de un guerrero cruzando el mar de la vida, su cuerpo es como un transporte para traer a este mundo paz, esperanza, poesía.
La mano en el corazón sintiendo el latir del Universo.
Llevan la luz como guía.
Su canto abre paso entre la bruma.
Un habitante de esas aguas le acompaña.
Es un testigo, un amigo, un ayudante.
Una vieja historia la tuya ser humano,
el constante anehelo de elevarse
y la cruda realidad del animal en tí,
el primitivo y básico, salvaje a veces.
¿A dónde irás? ¿qué pasará contigo?.